El oro es un metal noble muy apreciado. Un metal precioso que desde mucho antes de la Edad del cobre, llevan utilizando nuestros antepasados. Valorado por sus grandes propiedades como su brillo, pureza y escasez. En CurioSfera-Ciencia.com, te explicamos de dónde proviene el oro, cuál es su origen, y más datos interesantes.
Cómo se obtiene el oro
Podrías estar llevando ahora mismo en tu cuello o en tu dedo una joya del mismo oro que se empleó en la Antigua Grecia y sigue conservando exactamente las mismas propiedades que entonces. Gracias a su peculiar configuración electrónica, el oro es un metal muy poco reactivo. De hecho, es uno de los que menos reaccionan químicamente. Esto hace que sea prácticamente inalterable con el paso del tiempo.
Mayoritariamente, la obtención del oro se realiza en yacimientos de diferentes partes del planeta, aguas marinas o ríos que cruzan terrenos de aguas marinas o acuíferos. No obstante, el origen del oro es de mucho antes, por lo menos más de 11.000 millones de años, en el momento en que agonizó una estrella.
Debes saber que no existe nada que sea eterno, y las estrellas por supuesto, nos son una excepción. La manera en que muere una estrella varía en función de su masa. Cuando una estrella agonizante entra en colapso, le sigue una explosión muy violenta, lo que se denomina Supernova.
Las estrellas son fábricas de oro estelares
Una Supernova es aquella estrella, que con una masa hasta seis veces mayor que el Sol, se le agota todo el Hidrógeno que, por fusión nuclear, iba convirtiendo en Helio.
Pero al tratarse de una estrella con una enorme masa, su propia fuerza de gravedad le permite al núcleo seguir fusionando el Helio hasta convertirlo en Hierro (Helio -> Carbono -> Neón -> Oxígeno -> Silicio -> Hierro). Llega un punto en que la energía de la estrella ya no le permite poder fusionar los átomos en elementos que sean más pesados que el Hierro, entrando en desequilibrio. Lo único que contiene el colapso es la fuerza de repulsión de los electrones.
Llegados a este punto, las capas exteriores del núcleo se van fusionando hasta convertirse también en Hierro. Por tanto, la estrella obtiene tal masa que ni la propia repulsión de los electrones puede ya evitar el colapso total. Es entonces cuando los átomos de Hierro se desintegran en neutrones que son adquiridos por otros átomos de Hierro para, de este modo, poder formar elementos más pesados como el oro.
Ten en cuenta que el carbono que forma tu cuerpo y el oxígeno que respiras, se creó hace muchos miles de millones de años en alguna estrella. Las estrellas no dejan de ser fábricas de elementos químicos. El Oro del que está formado tu anillo, por ejemplo, necesitó la explosión de una gran estrella. Una que era varias veces más grande que el Sol.
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