Hay ciertas cosas de la vida que son muy difíciles de explicar a un niño. Una de ellas es la democracia. En CurioSfera.com, te ayudamos a saber cómo explicar a un niño qué es la democracia, haciéndolo como si fuera una historieta o cuento.
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Qué es la democracia
Para inscribir a Pedro en la escuela pública se necesita su certificado de nacimiento, y para obtenerlo, su madre y él se presentan en una de las oficinas que se encuentran en el Ayuntamiento de su pequeña ciudad. Después de llenar un impreso y aguardar un poco reciben un papel.
Esta es tu partida de nacimiento —le dice mamá—. Mira, aquí está escrito tu nombre, el día en que naciste, el sitio en dónde naciste…
Pedro está muy contento de que en aquel edificio tan grande, entre todos aquellos papeles, se halle escrito su nombre, porque ahora se siente ya un poco más importante.
—En esta oficina, el registro civil —dice la madre— se toma nota de todos los que nacen en esta ciudad, de los que vienen a vivir aquí, de los que contraen matrimonio y de los que mueren…
— ¿Por qué, mamá?
—Porque somos ciudadanos de un país democrático. Al nacer comenzaste a formar parte de nuestra familia, pero también te convertiste en un ciudadano de esta nación. Aquí está la lista de todos los ciudadanos y se les debe procurar a todos ellos los servicios imprescindibles en todo el territorio nacional: los transportes públicos, la policía, la guardia urbana, los jardines, las escuelas y los conserjes que cuidan de ellos, la ayuda a los más pobres, la higiene y muchas cosas más. Pero, también se debe recaudar los impuestos de los ciudadanos, puesto que el dinero recaudado sirve precisamente para pagar todos esos servicios que te he dicho.
— ¿Y quién decide lo que hay que hacer?
—Lo deciden los políticos, que son personas que han sido elegidas por el pueblo y nos representan a todos. Es como funciona la democracia. Entre ellos los ciudadanos eligen al presidente del país, y éste, a quienes le aconsejan y ayudan, unos señores llamados ministros.
A pequeña escala, la alcaldía es la sede del Ayuntamiento, en este edificio está el despacho del alcalde y el de sus asesores, todos ellos elegidos por el pueblo. Así como una gran sala donde se reúne el Pleno del Ayuntamiento, a donde pueden asistir los ciudadanos y seguir las discusiones.
El Ayuntamiento —concluye la madre— lo constituyen un territorio y la gente que en él habita. Todos nosotros formamos parte del Ayuntamiento y por eso lo que atañe a él nos atañe también a nosotros, por eso debemos cuidarlo todo: respetar los jardines públicos, pagar el billete en los medios de transporte, no ensuciar las calles. Si todo funciona correctamente, es bueno, ya que representa siempre una ventaja para nosotros.
Ahora Pedro ya sabe muchas más cosas, pero hay que saber muchas otras para saber cómo está organizada la vida de toda la nación y cómo es la democracia.
En otros tres edificios de la capital de la nación puede resumirse la vida nacional: la sede del Parlamento, llamado en ocasiones Cortes, la del Jefe del Gobierno y la del Jefe del Estado (o Presidente de la República o en ocasiones Rey, según el tipo de gobierno por el que se rija el país).
El Parlamento es la reunión de los representantes del pueblo. Son los diputados y los senadores elegidos por todos los ciudadanos. Los habitantes de una nación son demasiados para poderse reunir todos a la vez en las plazas y tomar una decisión común, por eso encargan a un pequeño número para que los representen y lo hacen mediante votaciones.
En las elecciones cada ciudadano adulto vota por los partidarios o por las personas que le parecen más apropiadas, escribe sus nombres en una papeleta y los deposita en una urna, que está cerrada. Son elegidos aquellos que han conseguido un mayor número de votos.
La misión principal de los diputados y de los senadores es la de hacer las leyes que son necesarias para el buen funcionamiento del Estado y para el bienestar de todos los habitantes que lo integran.
Cada ciudadano tiene el derecho de ser libre, de tener una enseñanza, un trabajo y una vivienda, de estar protegido contra los poderosos y los malhechores, de vivir de un modo sano. El Parlamento dicta las leyes para obtener todo esto, para mejorar la enseñanza y la asistencia médica, para construir casas, ayudar a la agricultura…
Pero, para resolver un problema, no basta con dictar una ley. Es preciso ponerla en práctica. Si se quieren nuevos edificios destinados a hospitales, por ejemplo, no basta con redactar una ley, es preciso decidir dónde van a levantarse los nuevos hospitales, hacer un proyecto de los edificios, construirlos, enviar allí médicos y el material sanitario necesario.
¿Quién piensa en todo eso? El Gobierno, que está formado por el Jefe del Gobierno y por los colaboradores, los ministros, cada uno de los cuales se halla al frente de un ministerio.
La elección y el nombramiento del Jefe del Gobierno es una importante misión reservada al Jefe del Estado (o al Presidente de la República o al Rey). Es esa persona quien, tras oír el consejo de numerosas personalidades, nombra el Jefe del Gobierno.
El Presidente de la República es la mayor autoridad de la nación y representa a todo el pueblo. En algunas naciones ese Presidente o Jefe del Estado es elegido por los parlamentarios o miembros del gobierno, en otras es elegido directamente por el pueblo mediante unas elecciones adecuadas.
Este modo de Gobierno en el que todo depende del voto de los ciudadanos o de la labor realizada por los representantes elegidos por los ciudadanos recibe el nombre de democracia, palabra que viene del griego y significa “gobierno del pueblo”.
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